Durante años ha existido la creencia en el ámbito automotriz de que un motor diesel, especialmente uno viejo, debe fumar. Sin embargo, esto ya no refleja la realidad. Los fabricantes están introduciendo cada vez más tecnologías nuevas, como los sistemas EGR y los filtros de partículas FAP / DPF . Se supone que cada uno de ellos reduce al mínimo la intensidad del humo de la pipa. Pero, ¿qué sucede cuando salen nubes de humo negro de su automóvil?
Humo negro del escape
El humo negro que sale del escape es un fenómeno que ocurre cuando el automóvil se enciende en condiciones severas, bajo cargas pesadas. Sin embargo, puede que dure poco tiempo. Si notas que el humo negro aparece con más frecuencia o no desaparece en absoluto, necesariamente debes acudir a un mecánico y explicar el asunto, porque el daño a uno de los componentes pronto dañará los demás.
Causas del humo negro del escape
La primera razón para tal situación puede ser problemas con el filtrado de gases de escape. Si uno de los sistemas falla, debe solucionarlo rápidamente antes de que los demás se nieguen a trabajar para usted. Los autos más nuevos están equipados con computadoras y muchos sensores que ensamblan su trabajo. Cuando un elemento de filtrado falla, recibirá una alerta sobre el origen del problema.
Otro problema puede ser una reparación descuidada del pasado. Puede suceder que un simple cable desgastado provoque un cortocircuito, que a su vez resultará en el mal funcionamiento de otros dispositivos. Por esta razón, es muy importante comprobar siempre de forma cuidadosa y minuciosa el historial de accidentes de los vehículos diésel. El VIN que encuentre allí le permitirá estar seguro de que, incluso si estuvo involucrado en un accidente, fue reparado con el debido cuidado y atención.
Si la intensidad del humo negro del escape aumenta al aumentar las RPM del motor, podría indicar un problema más complejo y complicado. En esta situación, no se produce una combustión completa en el compartimento del motor y el exceso simplemente se expulsa. Por lo general, el problema se relaciona con inyectores defectuosos, lo que resulta en su reemplazo.
El humo negro también suele ser causado por ajustes incorrectos del turbocompresor. La solución a este problema es más económica que cuando se trata de inyectores.
Otra razón bastante trivial es el mal combustible de una estación de servicio no verificada. En este caso, antes de la visita al mecánico, vale la pena verter buen combustible, de estaciones probadas que ofrecen combustible enriquecido con sustancias depuradoras del sistema de combustible. Quizás el problema desaparezca.
Recuerde que el problema del humo negro nunca debe subestimarse. Siempre es mejor ir a una visita al mecánico de más que no ir a una y pagarla más tarde, no solo con tu dinero sino también con tu tiempo y nervios.